Como complemento al aumento significativo del par motor a bajas revoluciones y a la entrega de potencia más suave, la respuesta del acelerador es más lineal, proporcionando una potencia sin retardo en proporción a cuánto se retuerce el puño del acelerador. Esto facilita enormemente el control, permitiendo una aceleración suave en superficies difíciles o de baja tracción, ayudando a los pilotos a llegar al límite con más confianza y reduciendo la fatiga del piloto para que pueda mantener más fácilmente su ritmo durante toda la carrera.