El KECS se adapta a las condiciones de la carretera y de la conducción a tiempo real y aporta la cantidad de amortiguación que cada situación requiere. También se tiene en cuenta la desaceleración, que permite controlar el deslizamiento durante la frenada.
Se controla a través de una válvula solenoide de accionamiento directo (un solo tiempo). Esto da como resultado un tiempo de reacción extremadamente rápido: 1 milisegundo; mucho más rápido que los sistemas que se basan en motores de pasos o los que utilizan válvulas piloto (accionamiento de dos tiempos) que ralentizan la capacidad de respuesta del sistema. Que el tiempo de reacción sea rápido hace que el KECS sea ideal para aplicaciones superdeportivas, donde es crucial que la sensación que se perciba sea natural para poder sentirse parte de la motocicleta. Las bobinas del sensor proporcionan información al KECS ECU cada milisegundo. Esto se complementa con la información facilitada por la IMU (aceleración/desaceleración) cada 10 ms y por la ECU de inyección de combustible (velocidad del vehículo) cada 10 ms. El KECS ECU envía luego una corriente a los solenoides para así ajustar la amortiguación necesaria en función de la situación.
En los tres modos, el piloto puede ajustar el KECS en 3 modos según la velocidad del vehículo, la velocidad de carrera y la desaceleración.